Friday, April 17, 2020

Soy?

Quién soy, una mujer,  me gustan los perfumes, leer, cocinar, aprender, platicar, acariciar, disfruto la compañía de las mascotas y las frutas con chile y limón, y... Me voy a conocer

Ser

Hoy mi habitación, olía a coco mademoiselle,  fue muy rico entrar y percibir perfume, mi gatito me esperaba para darme caricias y rasguños. Hoy me mudo, en realidad, he Sido invitada en la que fue la casa de mis padres, por cuatro años.

No soy una buena persona, tanta enfermedad, reflejaba un espíritu triste y enfermo, lleno de dolor y frustraciones,  no poder usar ropa bonita, no poder pintarme, no poder hacer tantas cosas, y huí en los libros y las revistas y hasta ese pasatiempo me era censurado.

Y esconder siempre en lo más profundo en lo más cerrado de la noche un sentimiento, hasta que explotó y explotó de manera maravillosa.

Siempre quise ser una buena persona y aún es mi sueño, ser una persona útil y buena.

Llegué a pensar que yo era un pilar de piedra hasta que me caí y ya no serví.

Creo que he sido una  buena persona, las personas me conocen y las conozco, nos saludamos en la calle y nos abrazamos del gusto de vernos y compartir.  Nadie tuerce la boca cuando me ve.

Un día un compañero fotógrafo, dijo que le pediría a Dios, un buen hombre para mí, porqué yo era una buena mujer. Ojalá su oración sea escuchada.

Me gusta saludar a mis amigos y compartir, voy a luchar contra la ansiedad y la depresión mayor.

Ahora tengo otra misión,  la misión soy yo.

Y aprender a ser feliz.

Thursday, April 16, 2020

A mi misma.

Hola buenos días, hoy me ha tocado venir a cubrir guardia en el trabajo, estoy contenta, primero porque hable con una amiga. Me hizo ver muchas cosas, pero en realidad me di cuenta de otras. Me regalaron un gatito, le puse de nombre Tucho, porque es un gatucho, tomé fotos de flores y mi hermana me tomó unas a mí, ahora lo entreno, pues tiene que aprender que su cama es su cajita.

Monday, April 13, 2020

20 casetas entre la Alameda y Pozos.


Cuantas bajadas hay entre la Alameda y Pozos, en la línea que pasa por la tarde y por las mañanas, veinte.
¿Cuántos moteles hay de la Alameda a Pozos?, veintitrés, veinticuatro,Haberlos conocido todos  una habitación por vez, cuartitos pequeños, sórdidos, sin ventanas, o habitaciones con camas enormes y muebles sin desconchar, habitaciones frescas, y otras húmedas y calientes como los gemidos que se oían en cada una, los portazos, los gritos, las malas palabras, veintitrés moteles sin hablarnos, sin decirnos  nada, solo  nos tomábamos la mano y esa era la señal para bajar en la parada más cercana. Debo confesarlo primero dormimos juntos, debo aclararlo, era raro encontrarlo siempre ahí, en la misma línea, yo subía y él ya estaba ahí, días. Semanas, para llegar a trabajar, él listo, aseado, sin exagerar, limpio nada más. Veinte paradas entre mi trabajo y su compañía,  solía dormir en mi hombro cada amanecer, sin que cayeran sus lentes, sin que cayera su maleta, ¿Quién era?, quien sabe, tal vez  un representante de productos farmacéuticos, tal vez un profesor, cómo saberlo, solía dormir a mi costado. Sin hablar, sin decir palabra, y volver y encontrarlo ahí, como si estuviéramos de acuerdo, sin que fuera así, amanecer y atardecer, y así nuestros hombros, luego un día su mano en la mía, y otro, su mano en mi pierna, me sorprendí, yo no era de esa mujeres que se dejaban tocar por desconocidos, pero.¿era un desconocido?,y ahí estaba, su mirada en la siguiente parada, asentí, así, sin conocer su voz, sin conocerlo, su mano en la mía, y así el primero, ese día llegué a casa, no había pasado nada, solo la justificación de un retraso por el tráfico y la delincuencia, al día siguiente no había pasado nada, otra vez durmió junto a mí, ¿quién fue?, nada dijo, nada dije, el siguiente viernes, otra parada, sin palabras,  solo su mano en la mía y la otra ocupada por su maletín, y así, no dije nada durante veintitrés viernes, veintitrés, hasta que no hubo moteles nuevos y huí, cambié de línea y de pasaje. Hay más formas de llegar de Pozos a la Alameda y al revés.

Thursday, April 09, 2020

Cuento

Había un fermento inmundo que había crecido sin saberlo en el pedestal del teléfono, se veía que era un teléfono inocente, que nunca se prestaría a malos negocios, era demasiado tarde, el riiing. La costumbre hizo que lo levantara __Buenos días__, y ahí estaba, saliendo del auricular con su cuerpecillo delgado y pequeño, sus ófidos  ojos  y su lengua, esa lengua que había tocado su oreja...el horror una vívora pequeña que ahora reptaba por el escritorio, sacando su pequeña lengua envenenada y recorriendo con curiosidad esa oficina de marzo.

Thursday, April 02, 2020

Cómo soy

Intensa,  me han dicho que soy intensa, si...debo reconocerlo,  pero,  quien me quiere, pienso yo debe quererme como soy,