Hijole

Pues aquí estoy, no he leído y lo extraño, cosa de buscar, le estoy sacando a Montaigne y a Marguerite Yourcenar, son monstruos, busco algo más ligero, sigo descansando y estoy contenta pues llegué a los 50 kilos, y las diarreas, la depresión se han ido y la fístula es un recuerdo, ahora debo volver a trabajar, ha sido un paréntesis y ahora es hora de volver, aún no salgo a caminar ni puedo cargar cosas pesadas, tuve una infección que me hizo temer, pero aquí estoy, dispuesta a vivir y disfrutar y sobre todo a amar

Vivir

Pienso en santa Teresita del niño Jesús, es increíble cómo una persona tan joven haya escrito y vivido de una manera tan congruente, expresando que su vocación era el amor, en santa Teresa de Calcuta, señalando que lo que hacemos es una gota de agua pero que el mundo sería menos sin esa gota. Bueno también a santa Teresa de
Ávila confiada siempre en la voluntad de Dios. Todas ellas hablan del amor y lo viven cada una a su manera en un grado heroico.
Pero, y aquí una interrupción, hace tiempo me lo preguntó hijole y entonces cómo he de amar

Que voy a hacer

Como he contado, he padecido y supongo que es algo así, como nada más controlable: Depresión, es tremendo, terrible y en mi caso doloroso, es como cargar una cobija negra cada vez más pesada y llena de pensamientos tristes y opresivos, que hacen que caiga en un espiral de enfermedades que me destruyen, esta última vez perdí como 13 kilos, lo que no es mucho, pero si se pesa como 52 o 53, es terrible, y busco respuestas, ¿Es todo emocional?, ¿Es pura enfermedad física?, en mi caso fueron ambas, una fístula con la que llevaba 3 años y un montón de problemillas pequeños y recuerdos dolorosos que me hicieron recaer, también, el no haber sabido manejar una relación, hacían que me llenara de enfermedades que destruían mi cuerpo.

Que deseo hacer, ahora debo exponer algo que me pasó hace tiempo cuando aún no retomaba los antidepresivos y ansiolíticos, no podía dormir y ya era algo doloroso, una noche desesperada se me ocurrió, --¿Que hago aquí, para qué estoy aquí?, y yo misma desesperada respondí, para amar, y fum, pude dormir.

Así que ahora pese a todo, gracias a todo y contra todo, esa es mi  respuesta, voy a amar.