insomnio

cuenta la leyenda que hubo una mujer que padecía insomnio, no podía dormir a pesar de los ganados que contaba, los rezos que hacía, o los potajes que se bebía, como en aquel entonces y ahora, supuso que era un embrujo, un hechizo, o maldición que alguien sobre ella había puesto, a lo que entonces como ahora, supuso y no bien lo hizo, que acudiendo a la auscultación de una bruja, su mal terminaría y al fin dormir podría.

la hechicera, la hizo dar dos vueltas, la hizo mostrar la lengua, dar de brincos y emitió su diagnóstico, si, en efecto la mujer tenía un ensalmo, por cierto muy fuerte y muy pesado, que no estaba en ella por cierto, si no en los muebles todos de su casa, y que debido a su posición la mujer sufriría de insomnio, por lo que al fin dictamino para acabar con tal maleficio, cada tarde y noche previo dormir de la embrujada, debia cambiar la posición de todos los muebles de su casa.

Es fuerza decir que la bruja curo el insomnio, porque después de cada cambio, la mujer fue curada.

Chin, no vuelvo a leer fábulas de Samaniego, pero en fin este es otro de los cuentos tradicionales de mi pueblo.

de pasta y libros de superación

Hay a quien le gustan los libros de superación personal, y no tiene nada de malo, preferible leer un libro aunque sea de superación personal a no leer ninguno, y tal vez no sea tan mala idea comenzar el vicio de la lectura con estos, ya sabemos, tienen las ideas premasticadas, listas para tragarse, gulp, creo que esto sonó horrible, pero aún así, lo dejo.

Es que aunque no tenga nada de malo La fuerza de Sheccid, volar sobre el pantano, el alquimista, el monje que vendio su ferrari, o quien se ha llevado el queso, en realidad después de haberlas leído, uno siente que falto algo, mucho, que fueron como bombones o algodón de azúcar, puro aire, nada de contenido, como que fueron algo que no sació nada y tal vez solo dió sed, a lo mejor ese es el fin de estas, la busqueda de otras lecturas que si satisfagan, que porque digo esto ah, si pues no se si lo había dicho antes, y ni yo lo hubiera creído si me lo hubieran dicho en la adolescencia, pero últimamente la cocina y yo nos estamos volviendo amigas, y me he calado con una receta, que a lo mejor no sacia pero es una buena entrada, esta va así

pasta con calabacitas y tocino
pasta un paquete de tallarines delgados cortados
150 gramos de tocino
400 gramos de calabacitas
300 gramos de jitomates, (pueden ser 3 jitomates chicos si no hay de otra)
1 pizca medianita de oregano
1 mini ramita de tomillo fresco (como de 5 o 6 cms)
1 cucharadita de aceite de oliva
1 litro de caldo de pollo (si no hay se prepara con caldo en polvo).

primero se pican las calabacitas en cuadritos pequeños se apartan
luego se pican las tiras del tocino en cuadritos
se calienta una sarten con aceite de oliva y se dora el tocino, cuando esta dorado se vacian las calabacitas, y se menean para que se cuezan parejitas.
aparte se calienta agua, se hace un corte de cruz en cada jitomate y se dejan hervir en el agua hasta que se despegue su piel, se sacan del agua se les quita la piel, se muelen en la licuadora con una cucharada de agua en la que hirvieron se sirven sobre las calabacitas cuando estas ya estan un poquito suaves. se dejan resecar un poquito con el jitomate y se sirve el oregano, ya que sazonaron se sirve el consome de pollo, poquita sal y la ramita de tomillo.
aparte en una olla con agua hirviendo se sirve un diente de ajo, media cebolla chica, y 2 hojas de laurel, una cucharada y media de sal y la pasta, esperamos que este al dente, la colamos, recogemos la cebolla el ajo y el laurel y lo vaciamos al consome con calabacitas, y queda listo.
por las calabacitas tenemos verdura, y el tomillo y el oregano hacen que el consomé sepa ummm.

Norberta

Cuenta mi madre de una anciana llamada Norberta, que ya en su vejez, lloraba diciendo "donde estarán aquellos tiempos", "donde estarán", ya que seguía "en aquellos tiempos me pretendía sutano, me sacaba a bailar mengano, me llevaba música fulano", "onde estarán aquellos tiempos", y así por el estilo, lamentaba profundamente no haber dado su corazón a ninguno de sus pretendientes.

Hace poco, por motivo de trabajo visite una casa en una comunidad rural, era una casita sin ninguna ventana al exterior, a cuyo patio interior daban todas las puertas y ventanas, y a mitad del patio una bugambilia morada llena de flores, como no acudia nadie a mi llamado, pase, como se estila todavía en las comunidades, y encontré a una mujer ya muy anciana, en una habitación, quien también como Norberta, se quejaba y al dirigirse a mi, fue para añorar a sus padres y decir que si ellos vivieran, ellos que la querian tanto, no dejarían que sufriera como sufría; que decir en un caso así, no respondía a mis preguntas sobre los habitantes de la casa ni nada, no supe que decir, ni como compadecerla, llegó poco después una jovencita, quien la consolo un ratito y luego me atendió.

Recuerdo a mi abuelo, un hombre recio, de voz fuerte y algunas veces malhablado, que solía sentarse en el zaguan donde le ganaba el sueño, hasta su último día, siempre habló del presente y de sus planes para el futuro, creo que sus últimas palabras era para encargar que les dieran bien de comer a sus vacas.

No se en que consista la fortaleza y el animo para llegar a la vejez, tal vez en tomar todos los riesgos de una decision sostenerla y asumirla plenamente, quiza nada más tomar cada momento como parte separada de los demás, buscar siempre metas y dejar atrás lo que no se pueda llevar, no se, a veces cargamos tantas cosas, tal vez algunos recuerdos que no nos permiten tomar nuevas metas, y ver claramente nuestro presente.

Desde luego no lo digo por las señoras que cuento, todos tenemos derecho a tener nuestras propias opiniones, y hay que respetar eso, pero que es lo que aprendo con esto...