niña

A veces odio ser niña, oh..., que he dicho, pues eso, no porque en realidad sea niña, en años lo fuí hace tiempo, lo que quiero decir es que odio la horrible actitud que me nace de gritar como loca cuando de improviso veo una araña o un alacrán,  ¡y lo peor!, descubrir que en efecto me he puesto a gritar con agudos que ya quisiera una cantante de opera, sip, no alcanzo esos agudos desde que tenía cuatro años, mas que cuando grito.

Y me digo, soy capaz de tomar un tlacuache muerto, gallina, perro, borrego, ratón o lo que sea y encostalarlo para tirarlo a la basura, soy capaz de enfrentarme a una jauría embravecida, y hasta a trescientas personas en un evento, y sin embargo sigo pegando de gritos y descubrirlo hace que vea que sip, sigo siendo una niña...