Wednesday, February 22, 2017

De galletas y de cosas.

Quiero soltarme un poco y extenderme en un tema  que he comenzado a platicar con un amigo, casi nunca hablo de música, aunque en realidad es una de las cosas que mas disfruto, que me cambia el ánimo y que me motiva, hace poco me compartieron el tema "La vida sigue igual" que canta Julio Iglesias, dice  "siempre  hay porque vivir, porque luchar"..."Al final las obras se quedan y las gentes se van, otros que vienen las continuarán, la vida sigue igual...", lo que terrible y absurdamente, me recuerda la saga de Harry Potter, y también la película  "El Festín de Babette", perdonen quien no haya disfrutado de los libros y la película, pues voy a hacer terribles adelantos, bueno ¿quien no ha conocido la lista de libros de Harry Potter?, sobre un niño mago educandose en la escuela de magia Hogwarts de Gran Bretaña, peleando contra el mal representado por el innombrable Voldemort, y también creo que mucha gente ha disfrutado la película "El Festìn de Babette", que es una bellísima narración de una historia pequeña, pero llena de ideas, pensamientos, sufrimiento y dicha, bueno y que tienen que ver la canción "La vida sigue igual", con estas dos obras, ah, pues en mi punto de vista muchísimo, en esta canción dice que al final las obras es lo que se queda, nuestra existencia esta acotada por un periodo de tiempo y pues no nos hemos de llevar nada, salvo el recuerdo que dejamos en las personas, y nuestras obras,  lo que me hace recordar la saga de Harry Potter, en esta, el terrible y pavoroso brujo Voldemort, también teme tanto la muerte, que divide su alma en varias partes que esconde en objetos mágicos importantes para los magos de Inglaterra, es decir deja su alma en obras que trascenderán el tiempo pues serán cuidadas y valoradas por su elaboración e importancia, lo que a su vez me lleva al "Festín de Babette",  que como dije antes es una historia pequeñita que encierra grandes lecciones, quien no la haya visto... pues que espera...hay que aprovechar...., bueno retomo, es una historia sobre una mujer refugiada católica y francesa, que llega a una isla, donde por caridad es ayudada por dos hermanas solteras hijas de un pastor que siguen una ética protestante de trabajo, caridad y sacrificio, digamos que un estoicismo en grado sumo, al grado de olvidar del simple placer que significa vivir, por el deber que significa servir, y es el agradecimiento de la refugiada que vive mas de 10 años con ellos, que con un banquete preparado de sus manos, al que ellas temìan como cosa demoniaca, el que recuerda, que el trabajo también significa  dar, amar, compartir, y que sentir placer por estas cosas, no significa pecado, sino dicha, es decir  por ejemplo, que en una obra grande y maravillosa que deja alguien, digamos una gran melodìa, una escultura, u obra arquitectónica uno puede ver grandiosidad y maravilla, pero que tambièn hay maravilla en las obras pequeñas, a veces simplemente compartir un plato de comida preparado con cariño y esperanza, lo que me regresa a la canciòn, si las gentes se van, pero se llevan un recuerdo efìmero, fugaz, pero importante.

Bueno hoy comparto una receta básica de galletas de vainilla
500 grs. de harina
350 grs. de mantequilla muy muy batida
4  o  5 cucharaditas de esencia de vainilla (si pueden que sea de varias marcas)
1 punta de cuchillo (o sea muy poquito) de clavo de olor molido
1 pizca de sal molida
250 grs. de azúcar, (puede ser un poquito menos o un poquito más)
150 grs. de almendras hervidas, peladas y molidas en la licuadora (que queden arenositas y no aplastadas, por favor)
3 huevos
1 huevo  batido aparte para barnizar.
se requiere como material el horno a 180 grados centìgrados, bandejas o láminas para hornear, aceite para engrasarlas y papel vegetal también para hornear, harina la necesaria,. cortadores, un rodillo y un arnerito o rejita para enfriarlas.

Preparación
La mantequilla se deja un rato afuera del refrigerador y en un recipiente mediano se bate mucho, hasta que cambia de color, se le sirven las cucharaditas de vainilla de una a una sin dejar de batir, el azúcar, las almendras y los 3 huevos,  aparte se mezcla la harina con la sal y el clavo y cuando la mantequilla esta perfectamente integrada y batida se junta con la harina y se se sigue batiendo (con batidora o a mano) hace una masa algo pegostiosilla, -como plastilina muy trabajada- se hace una bola y se guarda en el refrigerador por lo menos 2 horas, luego se saca y se coloca entre dos hojas de papel vegetal y harina y se palotea con el rodillo hasta hacer una lámina de 1 centìmetro y medio  de espesor se libera del papel y se corta  la masa con los cortadores de galletas, para para colocar las galletas cortaditas en las bandejas para hornear debidamente engrasadas y empapeladas (recomiendo que tambièn se engrase el papel, para que las galletas no se peguen), se barnizan con el huevo batido, se hornean a 180 grados centígrados por 10 minutos, se revisan y si les falta pues otros dos minutos y listo se sacan  se despegan del papel y se dejan enfriar en un arnerito o rejita, luego se retiran y buen provecho.




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