Sunday, February 19, 2017

cuentos y recetas



Cuentos y Recetas hasta la Maceta

Me encantan los cuentos desde los clásicos y bellos que integran las mil y una noches, “Aladino y la lámpara maravillosa”, “los viajes de Simbad el Marino”,  los cuentos de Perrault  como “Caperucita Roja” y los que recopilaron los Hermanos Grimm, como “Rapunzel”,  son historias que nos recuerdan nuestra infancia, mundos de fantasía que nos contaban para dormir, o que ilustrábamos en los libros para colorear, cerramos los ojos y pensamos en la alfombra mágica que narra Washington Irving en “El Príncipe Ahmed, el prisionero del amor”, que en lo personal disfruto muchísimo, cuantas peripecias las de ese príncipe que por ley nunca debía saber lo que era el amor pero al conocer el lenguaje de las aves, pues no lo pudo evitar… también hay cuentos mexicanos estupendos que recoge la tradición oral, que nos hablan de un mundo de realismo mágico  que a veces  es demasiado puntual y existente, pienso por ejemplo con ternura y algo de espanto en el cuento de “Carlos Mango”, en las estupendas historias que nos legó Juan de la Cabada, lecturas que reflejan la cultura y el andar de un pueblo, en este caso el de México;  pienso en los cuentos estadounidenses, como los que hizo Ray Bradbury,  como la Bruja de Abril, sobre una brujita que se transforma desde una gota de rocío, un ave, un gato, hasta entrar en el cuerpo de una muchacha, porque quiere saber lo que es enamorarse,  son las historias que sin quererlo nos introducen en la idiosincrasia de otras culturas, en este caso de los pequeños pueblos estadounidenses.  Siempre en cada país y región hay cuentistas y cuenteros que exponen desde historias tiernas hasta pavorosas, que somos afortunados en conocer. Y así, los cuentos son como pequeños dulces, que por su brevedad se saborean intensamente. Por lo que si ven un libro de cuentos aprovechen.

Hoy un arroz con leche clásico

1 taza de arroz normal

1 raja de canela

2 clavos de olor

1 cucharadita de vainilla

1 litro de leche

1 litro de agua

4  cucharadas soperas de azúcar.

El arroz se pone a hervir con el litro de agua, aparte la leche se hierve con la canela, el clavo, la vainilla y el azúcar, una vez hervida la leche, se cuela y se reserva, mientras el arroz ha consumido el agua y entonces se mezcla con la leche endulzada y saborizada, por favor prueben y me dan sus opiniones.

Y ahora con el perdón de la audiencia, uno mío, un Cuentínimo.

Un día llegarás del trabajo contento, asoleado y un poco aturdido por el tráfico, pondrás el saco en el respaldo de una silla, y empezarás a vaciar los bolsillos del pantalón, saldrán primero las llaves, unas monedas, un paquete de chicles un llavero sin llaves, un pañuelo, dos clips, un billete y cuando pienses que ya esta vacío ese bolsillo, sentirás que hay algo más, te acercarás a la luz para distinguir el objeto que percibes, tal vez una  bolsa de canicas, pero no,  tu mano percibe algo más, como si tocaras escarcha y bengalas, curioso y asombrado tomarás con tu puño esa sensación extraña y entonces... saldrán de ahí innúmeras ideas que agazapadas antes, al verse libres, como moléculas bailando a la luz, crearán universos.

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