increiblemente me siento bien, es como una tregua entre achaques y bajones emocionales, hace tiempo que he querido escribir sobre mis locas y caóticas emociones.

Es extraño descubrir la enfermedad como forma de saber que estoy viva, es extraño ya que no puedo decir como Descartes  "Pienso, luego existo", ni tampoco como San Agustín "Si me equivoco soy", no, en mi caso es "Si duele soy", es extraño descubrir que aun existo en base al dolor, me explico, existen muchas personas que se evaden de una realidad que no pueden modificar mediante las drogas, el alcohol o las relaciones adictivas, en mi caso mi forma de evasión siempre fue el no ser, no ser, no ser, era como mi deseo más grande, no sentir, no desear, no pensar, no discutir, no gritar, no anhelar, no ser, no desarrollar, ser únicamente un pilar de piedra, soportando los elementos y lo que tenía sobre mi cabeza y mis hombros, mi responsabilidad, y así no ser, ver pasar las estaciones, los días y la vida cumpliendo una función determinada, no sentir, no gustar, no desear, sino solo cumplir, y buscar la evasiòn a emociones, sentimientos y anhelos a veces muy simples, a través de la lectura, ser pequeña, escondida en silencio, cubriendo la obligaciòn que creí que debía cubrir, sin aspavientos, sin quejas, sin expresión salvo mi blog, oculto, sólo para mí, y ahora la enfermedad  terrible, agotante, derribante me recuerda que existo, que deseo, que anhelo que soy.

El insomnio terrible, la pérdida de peso, las crisis de ansiedad, la pus, la sangre, el dolor de tantas formas, chin, vaya forma de recordarme que estoy viva, y si, Estoy Viva