Presencias

Años atrás cuando por cualquier circunstancia me perdía de algo, un libro, un programa, un viaje, lo lamentaba profundamente, con ira y decepción, con el tiempo y despúes de tantos corajes malgastados, me acostumbre a las pérdidas, nada era seguro, de hecho, a veces aún pienso que nada es seguro, pero aunque no es seguro, también me sucede con alguna frecuencia, que las cosas que pierdo, luego regresan a veces de distinta forma, como los libros, he tenido, perdido y obtenido de nuevo los mismos títulos que bueno, aunque despúes de un tiempo ya nos los vea, se que tarde o temprano aparecerán por ahì, con otras tapas, o en otra edición, y que los disfrutaré como siempre, pero no así los amigos, es terrible perderlos, o dejarlos de ver, por que bueno... no son objetos, y aunque siempre son ellos, siempre están cambiando, y siempre es una emoción fuertísima volverlos a ver, y un gusto mas satisfactorio que el descubrimiento de un libro largamente buscado, es su presencia.